Un creciente número de hermanos está comprendiendo que ésta es una oportunidad de proveer y honrar a Dios con sus actos. Un equipo humano imbuido del espíritu cristiano trabaja denodadamente por brindar la mejor atención posible a las hijas del “Hogar de Niñas Esmeralda”.
Consideramos que las 14 niñas que por decisión judicial no deben volver a sus hogares de origen hasta tanto no se den las condiciones de seguridad, cuidado, respeto y amor, tienen aquí un lugar con calidad y calidez humana donde la palabra de Dios es predicada para sanidad y edificación de quienes han vivido momentos de humillación y desprecio.
Tenemos fe en que Jesús ha venido a rescatar lo que estaba perdido y nos aferramos a la promesa de “…que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas”. (2 Corintios 5:17)
Con el trabajo que hemos iniciado invocando a Dios, esperamos devolver a las familias y a la sociedad personas sanadas, transformadas y con capacidad de impactar positivamente en los demás.
Consideramos que las 14 niñas que por decisión judicial no deben volver a sus hogares de origen hasta tanto no se den las condiciones de seguridad, cuidado, respeto y amor, tienen aquí un lugar con calidad y calidez humana donde la palabra de Dios es predicada para sanidad y edificación de quienes han vivido momentos de humillación y desprecio.
Tenemos fe en que Jesús ha venido a rescatar lo que estaba perdido y nos aferramos a la promesa de “…que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas”. (2 Corintios 5:17)
Con el trabajo que hemos iniciado invocando a Dios, esperamos devolver a las familias y a la sociedad personas sanadas, transformadas y con capacidad de impactar positivamente en los demás.